Memoria de 2022

Si tuviera que escoger una expresión que resumiera lo que ha sido este año de 2022, me temo que elegiría la locución latina annus horribilis debido a la cantidad de infortunios que se han dado, tanto a nivel mundial como a nivel personal.
Es bien sabido que cuando estábamos capeando las consecuencias de la pandemia del covid estalló la guerra en Ucrania, que ha acentuado una crisis energética y de materiales ya existente. Estamos hablando de una guerra no solo consecuencia de las aspiraciones expansionistas rusas, sino de la política exterior que ha mantenido Estados Unidos desde el fin de la Guerra Fría para tratar de mantener una hegemonía que está perdiendo frente a China.
En medio de todo, junto a Ucrania, la gran perdedora es Europa, cuyos dirigentes han sido ineficaces a la hora de enfrentarse a esta crisis y han actuado en connivencia con los intereses de Estados Unidos, que está haciendo el negocio del siglo con esta guerra (al menos, sus empresas, que reciben inversiones millonarias de dinero público mientras cuarenta millones de estadounidenses se sitúan en el umbral de la pobreza). En Europa, la inflación está disparada, hay amenaza de recesión, escasez de materias primas, problemas energéticos graves y peligro de que estalle una guerra abierta contra la vecina Rusia, una potencia nuclear. Por si fuera poco, el año concluye con la amenaza de contagios masivos de coronavirus a causa de las políticas aperturistas del gobierno chino, que van a afectar a todo el planeta. El cambio climático, asimismo, está más presente que nunca, pese a que los negacionistas van consiguiendo más adeptos.

En lo que se refiere a mi entorno familiar, este año ha habido frecuentes problemas de salud que me han hecho visitar a menudo el hospital. Han sido largas noches de preocupación e incertidumbre por el bienestar de mis allegados, de contemplar la fragilidad del ser humano y de recordar lo importante que es gozar de las pequeñas cosas del día a día.
Ahora bien, pese a lo duras que han sido la experiencias, siempre he de estar agradecido por los avances de la medicina moderna y las virtudes de nuestro sistema público de salud, tan criticado, pero tan necesario, con tantos profesionales que están a diario al pie del cañón.

Al margen de todos los problemas, he podido continuar con mis aficiones, las cuales también han servido como descargo del peso de la vida cotidiana.

Proyectos

A principios de febrero salió a la venta Tambores de guerra, una nueva campaña de los Mitos de Cthulhu que cuenta la historia precedente y posterior a los acontecimientos de Los asesinatos del Juguetero, mi primer trabajo. Se trata de un libro publicado en tapa dura, con papel de buena calidad y que suma unas 223 páginas a un precio de 40€.
Los lectores que ya disfrutaron la obra anterior acogieron de buen grado la nueva y, en general, las críticas han sido favorables. Asimismo, la salida del nuevo libro ha impulsado las ventas del primero, que es más barato y manejable, con lo que ambos se han apoyado entre sí. Me falta contemplar los datos objetivos del informe de ventas, que espero conocer a principios de 2023.
Las comparaciones entre ambos trabajos han sido inevitables, dado que están íntimamente ligados. Ha habido lectores a los que les han gustado ambos libros por igual, otros a los que les ha agradado más el segundo libro que el primero y también a quienes más el primero que el segundo. Las opiniones son muy variadas. Me ha llamado la atención que ha habido algún lector a quien el primer libro no le gustó, pero que le dio una oportunidad a Tambores y le encantó, lo cual me alegra sobremanera.
Por otra parte, a lo largo del año he continuado la escritura de Un tiempo de yugo y flechas, mi nuevo libro sobre los Mitos de Cthulhu, que está ambientado en la década de los años cuarenta del siglo XX. Como ya he explicado en otras ocasiones, el ritmo de escritura está siendo pausado, así que avanzo poco a poco, pero el material resultante me parece satisfactorio. También he aprovechado el año para ir jugando lo que escribo, con el fin de ponerlo a prueba y tener el mejor trabajo posible.
Del mismo modo, sigo puliendo mi reglamento de juego, que parte de la premisa de lograr un sistema sencillo, ágil y que prácticamente prescinda del cálculo matemático para obtener resultados, de modo que leer e interpretar las tiradas sea inmediato. No tengo claro si podré implementarlo en Un tiempo de yugo y flechas, en aras de mantener la uniformidad respecto a las obras anteriores, pero me gustaría. Parte de la experiencia de todos mis años como jugador y escritor de rol, y se adapta a las necesidades del tipo de partida que me gusta dirigir.
Por último, a lo largo del año he colaborado con la corrección de Crónicas de la Marca, que vio la luz recientemente, un buen libro que capta el sabor de las aventuras clásicas de Dungeons & Dragons.

Jornadas

Este año he asistido a dos jornadas de juegos. En agosto estuve en las TDN, una cita muy esperada porque entre las últimas a las que fui y estas ha habido una pandemia. Todavía me llevé la mascarilla para jugar en interiores, dado que toda precaución es poca. Gracias a las TDN pude volver a ver a viejos y queridos amigos, disfrutar de una agradable cena en Mollina y probar la impresionante piscina olímpica del hotel.
En noviembre se organizaron las jornadas de Alcoy en el centro comercial Alzamora. Dado que el lugar escogido tiene mucha visibilidad, fueron un éxito multitudinario. Hubo numerosas tiendas, disfraces, juegos y mucha alegría y animación. Yo estuve en la sección de rol dando a conocer Tambores de Guerra, y también participando en la mesa de otras personas. Aproveché la visita para comer en el restaurante Pastamanía de Alcoy, donde hacen las pizzas más deliciosas que he probado, y al que acudo siempre que paso por la ciudad. En las jornadas conocí a un señor que nos propuso organizar un escape room en su pueblo, y también partidas en su tienda, a lo cual me avine encantado. El dueño de la tienda Gobelet de Alcoy me contó que se habían organizado partidas de mis libros en su local y que estos habían encontrado una buena acogida entre sus clientes. También conocí a un profesor de geografía que organizaba partidas de un juego de estrategia con miniaturas y que implantaba actividades lúdicas en su instituto.

Libros de rol

Como todos los años, he ido ampliando mi biblioteca de rol. El bueno de Carlos de la Cruz tuvo el detalle de regalarme una copia de Axis Mundi que llegó justo a tiempo para mi cumpleaños. Es un libro precioso y muy completo, una delicia para cualquier aficionado de los juegos de rol. En lo que a 77 Mundos se refiere, participé en el mecenazgo de los suplementos de Mythras, que al final no pudieron editarse, y en el de Zweihänder, que acabo de recibir, pero que no voy a abrir hasta Reyes.
Recientemente, con motivo de la publicación de Crónicas de la Marca, aproveché para hacerme con las aventuras que me faltaban, así que, de momento, tengo todo lo publicado.
De Nosolorol he adquirido Dune, Wraith el Olvido, Symbaroum, la campaña de Peter Pan para D&D 5ª, el juego de rol de El Cristal Oscuro, la aventura El operativo Voor, Casas de Sangre, Taura, algunas copias adicionales de Las corrientes del tiempo (libro maravilloso que puede ser muy útil en el aula de secundaria), otra copia de Spirit of the Century, Worlds in Peril, copias adicionales de mis libros y probablemente más cosas, de las que ya no me acuerdo. Asimismo, he reservado una copia del mecenazgo de la nueva edición de Aquelarre en mi tienda habitual y tengo pendiente hacerme con algunos de los últimos suplementos de ese juego.
Otros libros que se han añadido a mi biblioteca son Cyberpunk Red de Holocubierta, Genesys, Historias del Bucle y Cthulhu Confidencial de Edge, la nueva edición de Savage Worlds de HT, la nueva edición de Piel de Toro de Shadowlands (dirigí en su día todas las aventuras del original, que conservo con cariño) y la Guía de Van Richten para Ravenloft de D&D 5.
Estoy, asimismo, a la espera de que se impriman los librojuegos del mecenazgo de Lobo Solitario, que no son exactamente rol, pero que espero con ganas.
He cerrado mi año rolero con la participación en el mecenazgo de Pergaminos de Midgard, un recopilario de aventuras para Ysystem, de mis amigos del grupo Walhalla, que incluye historias en la España histórica y ya sabéis que me pirran (¡nunca hay suficientes!).

Videojuegos

Este 2022 he jugado a un montón de videojuegos. Curiosamente, la mayor parte de ellos han sido de cosecha japonesa, así que ha sido un año de redescubrimiento de las obras que llegan del país del sol naciente, en particular producidas por Sega. Entre lo más destacado tenemos la saga Yakuza, que comencé por el juego más reciente: Like a Dragon y que luego seguí desde el principio, jugando el Zero, el uno y el dos. Son juegos muy completos y elaborados, a medio camino entre el juego de rol japonés, la lucha de Virtua Fighter, el anime de artes marciales por episodios y las historias de criminales. Otro juego notable ha sido el Persona 5, un juego de rol urbano con laberintos mentales y coleccionismo de criaturas al estilo Pokémon. Quizá sea el más largo que he jugado nunca. Una obra inmensa de la cual sus creadores pueden estar orgullosos.
Fuera del ámbito japonés he jugado el Horizon Forbidden West, que también es una obra rica en detalles, pero que no me ha resultado brillante por seguir demasiado los cánones de la superproducción norteamericana, con personajes planos y estereotipados y un guión que arriesga poco.
He terminado el año con un juego extraordinario, el Pentiment, una aventura gráfica ambientada en el Sacro Imperio Romano Germánico, durante el reinado de Carlos V, que muestra la transición de la Edad Media a la Edad Moderna en un pequeño pueblo donde tienen lugar una serie de asesinatos. Es un trabajo inspirado por la obra de Umberto Eco, en particular por El nombre de la rosa, que tiene un estilo visual que imita los códices medievales. Destaca el mimo con el que se ha recreado la vida cotidiana, la riqueza de sus diálogos y sus detalles históricos. Lo que menos me ha gustado es que abusa un poco de los tópicos y giros inesperados (pero esperados) de las historias de investigación, con lo que llega un momento en el que como jugador vas un paso por delante del personaje que manejas y sabes que el propio juego trata de engañarte obligándote a tomar decisiones que no tomarías si te dieran la oportunidad. Aun así, es una obra que destila cariño y buen hacer. Microsoft está dedicando tiempo y recursos a apoyar trabajos de bajo presupuesto, pero extraordinarios en lo que a creatividad se refiere.

Otros libros

A lo largo del año he leído bastantes artículos y ensayos. El que más me ha gustado ha sido Rusia contra Ucrania de Carlos Taibo, que ofrece una visión de los orígenes del conflicto y de lo que ha sido el escenario mundial tras la Guerra Fría.
También he dedicado tiempo a leer obras de divulgación generalistas, con vistas a escribir en esa línea en el futuro. Quizá la que más me ha gustado ha sido la Enciclopedia Visual de DK, una delicia que trata toda clase de temas, desde el cosmos hasta la historia del mundo. Una labor de síntesis encomiable, hecha con esmero y que posee años de experiencia. La primera edición que tengo de ese libro se publicó en castellano bajo el nombre de El Gran libro de Consulta El País. La edición actual, publicada directamente por DK, es espectacular en lo visual y extiende sus contenidos.
Sentimientos encontrados me produce la Historia del mundo contada para escépticos de Juan Eslava Galán. Por una parte, una amena historia mundial, que en pocas páginas te ofrece con sentido del humor una panorámica de todo lo ocurrido desde el Big Bang hasta nuestros días, pero, por la otra, un texto donde abundan los prejuicios, los razonamientos xenófobos y la simplificación en exceso de temas complejos.
Ahora mismo estoy leyendo Una historia del mundo de Andrew Marr, que es el complemento de la serie de documentales de la BBC del mismo nombre. Viene a ser un breve resumen desde el punto de vista de la historiografía anglosajona de la historia del planeta, donde no faltan el humor y los comentarios jocosos.

Conclusiones

Aunque decirlo sea un cliché, creo que en los peores momentos hay que poner buena cara al mal tiempo. El siglo XXI está siendo un insolente despliegue de maldad que rivaliza con el siglo XX que describía Enrique Santos en su Cambalache, pero ante los infortunios siempre queda la inventiva humana y su capacidad para resolver las dificultades.
Mis propósitos para 2023 son continuar escribiendo, disfrutar todo lo posible de la familia, de las amistades y de mis pequeñas aficiones, que tanta alegría me ofrecen.
Empero, todavía me queda un propósito para este año horrible que es 2022, y es terminarlo, aunque sea una banalidad decirlo, comiendo una enorme bandeja de sushi mientras miro al futuro con esperanza, pues este siempre ha sido nuestro.
 
¡Feliz año a todos!

Comentarios

  1. Lamento mucho que este haya sido un año malo en lo personal. A nivel mundial todos sabemos cómo están las cosas (no muy bien) pero es una pena que a nivel familiar hayas tenido también sustos. Espero que la cosa mejore en el 23.

    Enhorabuena por los proyectos que has logrado sacar adelante en el año que ya ha terminado y mucha suerte con los que saques adelante en este que apenas acaba de empezar :).

    La copia de Axis Mundi te la merecías, y me alegro mucho de que llegara para tu cumpleaños :D. Espero que disfrutes también del Zwehänder, aunque esperes a Reyes para abrirlo :).

    Muy buenas adquisiciones roleras este año, sí señor, y me uno al ansia porque me lleguen los libros de Lobo Solitario, que yo también soy muy fan de ellos. ¿Te puedes creer que no tengo los primeros libros de la colección? De los clásicos libros verdes solo tengo del 8 al 11, aunque ya me leí el resto a través de la web de Proyecto Aon hace años.

    De los libros que comentas, he de decir que he leído bastantes de Juan Eslava Galán (aunque no ese justo que comentas) y que a mí es un autor que me gusta mucho, con un gran sentido del humor. Pero bueno, igual no estaba muy fino con ese libro concreto (o yo no he tenido suficiente ojo crítico).

    Mucha suerte con el año que entra. Te deseo éxito en todos tus proyectos :).

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    Respuestas
    1. Hola, Carlos, feliz año, muchas gracias por escribir :-)
      En lo que a salud se refiere, yo también espero que las cosas mejoren. A ver si hay suertecilla y este 2023 es un año más tranquilo en ese aspecto.
      Gracias de nuevo por el libro, me encanta. Un placer haber aportado mi pequeño granito de arena :D
      Este año quiero darle un buen empujón a los proyectos que llevo entre manos, a ver si acaban publicados :-)
      De Lobo Solitario en formato físico yo solo tengo uno: Fuego sobre el agua, que es el libro 2. Lo heredé siendo un chiquillo por parte de mis primos, cuando se hicieron mayores, y lo he leído y releído un montón de veces. Intenté hacerme con el resto, pero no fue posible porque ya estaban descatalogados. Gracias al proyecto AON pude acceder a ellos. Junto a Las cavernas del terror, Fuego sobre el agua es mi librojuego favorito. De niño lo cogía y lo sentía como algo misterioso, gracias a esas ilustraciones oscuras y a sus páginas amarillentas que le daban aspecto antiguo (por el mucho uso, claro :D)
      El libro de Juan Eslava es ameno y tiene unas salidas muy graciosas, pero también compara a los musulmanes actuales con los bárbaros que acabaron con el imperio romano y se pasa tres pueblos. Viene a decir que los occidentales somos muy buenistas acogiéndolos, que son culturalmente inasimilables y que dentro de unos años se van a multiplicar hasta tal punto en Europa que van a estar en posición de imponer democráticamente la sharía (concretamente dice que en el 2050). Son ideas en las que insiste y que además repite en su Historia de España contada para escépticos.

      Te deseo igualmente lo mejor para este 2023. Un abrazo :-)

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    2. Gracias a ti por el playtesting ;).

      Es cierto que los libros en físico tienen un algo especial, sobre todo los antiguos. Yo en ese sentido no soy nostálgico y me valen las ediciones nuevas, pero los librojuegos los tengo que jugar en físico; para mí el formato es importante, y no me hago a jugarlos en PDF o en sus versiones para ordenador o móvil.

      En cuanto a lo Eslava Galán, pues lamento que haya adoptado como suya la teoría del Gran Reemplazo o que diga que los musulmanes sean culturalmente inasimilables; yo creo que el común de los mortales lo que quiere es vivir tranquilo, tener para comer, un sitio donde vivir y tiempo para hacer lo que le apetezca. Pues no lo capté en su momento. Supongo que son cosas de señores mayores. En fin, ni nuestros autores favoritos son perfectos.

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