Memoria de 2019

Supongo que eso de que «cada vez los años pasan más deprisa» es un tópico extendido entre la población adulta que se debe al exceso de obligaciones que impiden dedicar más tiempo al disfrute de los pequeños placeres. Recuerdo un cuento de Jorge Bucay que hablaba sobre un pueblo de gente que anotaba en sus tumbas no el tiempo biológico que se le había concedido sino el que realmente había vivido, esto es, aquel en el que había encontrado plena satisfacción.
Sea como fuere, este año se acaba y pronto comienza uno nuevo. Como a muchas personas, se me ha pasado volando, pero puedo sentirme afortunado de que he tenido muchos momentos en los que me he sentido completo y lleno de alegría.
Sin lugar a dudas, se podría decir que 2019 ha sido un año de cambios en todos los sentidos, desde una apacible primera mitad, en la que me dediqué como un reloj a una agradable rutina, hasta una segunda en la que se publicó mi ópera prima y además me reincorporé a la docencia, lo cual ha supuesto un vuelco en mi día a día.
Como este es un blog público dedicado a mis aficiones, por decoro dejaré las cuestiones más personales de lado en este balance, centrándome así en lo que puede interesar al común.

Jornadas

Este año he asistido a varias jornadas de juegos de rol: Alcoy, Torrevieja, Novelda y Mollina. Suelo asistir como director de juego a las que son cercanas y de pequeño tamaño, pero tan solo como jugador a las que están a más de una hora de camino.
De todas ellas, quizá las que más disfruté fueron las de Alcoy. Es una ciudad a la que siempre he tenido cariño y además fueron en un antiguo colegio con unas vistas preciosas. Tuve un aula tranquila y espaciosa para mí solo y los jugadores fueron agradecidos. Además, mis amigos del club Aminoaël se portaron de una manera maravillosa y lo organizaron todo de manera impecable.
Las de Mollina requieren poca presentación, objetivamente son las más grandes y mejor organizadas del país. Para mí, el Ceulaj es como un retiro espiritual. Me encanta la gente que va, el recinto y en general todo. Es la Meca del rolero. De hecho me quedaría a vivir todo el año allí si pudiera (risas).
Novelda fue una sorpresa, es el primer año que voy y dirigí una partida de cosecha propia sobre un robo a un banco que gustó mucho. Tengo pendiente subirla al blog en cuanto la acabe de redactar. En general, la gente fue muy maja y también todo estuvo bien organizado.
En cuanto a Torrevieja, el rol fue una sección dentro de un evento relacionado con el manga y el anime. Tuve la oportunidad de saludar a un señor que admiro, que es Pedro Gil, de la Marca del Este, y también estuve mazmorreando con el gran Eban de Pedralbes, a quien echo de menos en MeWe.
Recientemente he tenido otras «jornadas» que no he anotado en la lista y son las que se organizaron donde trabajo para los alumnos como evento de final de curso. Como se trata de algo interno y acotado a un público limitado no sé si considerarlas como tal, pero hubo juegos de mesa, rol y taller de pintado de miniaturas. Me hizo especial ilusión tener en la mesa jóvenes jugadores que se iniciaron en el rol nada menos que con Clásicos del Mazmorreo. Nada como una aventura a la vieja usanza para descubrir este mundillo.

Mi juego de dados original,
morados, como todos los efectos mágicos
importantes que aparecen en mis historias.
Me han acompañado en todas las aventuras
que he dirigido. El saco lo cosí yo mismo.
¡Juntos son la fuente de mi poder!
(Las malas lenguas dicen que están trucados
y que solo obran en mi favor).

Partidas

Hasta septiembre estuve jugando con mis irreductibles jugadores la campaña Tambores de Guerra, que es la precuela y secuela del Juguetero. Tuvo un final apoteósico, retorcido, lleno de humor negro y mucha violencia innecesaria, lo cual es absolutamente imprescindible en mis partidas. Hemos estado jugando nada menos que dos años seguidos, así que el final por una parte nos ofreció una gran satisfacción por haber llevado la historia hasta las cotas más altas y por otra dejó un profundo vacío, el de la cita dominical dentro de un mundo y un contexto que era tan familiar que casi formaba parte de nosotros.
Hubo un momento genial en el que los jugadores se terminaron enfrentando a sus personajes de tiempos pasados y la dinámica narrativa que ellos mismos habían forjado años atrás confluyó en la nueva línea temporal, con lo que tenemos un mundo muy rico en hechos e historias.
Si la campaña llega a ver la luz en papel, que espero que sí, creo que os va a encantar. Es mucho más grande y ambiciosa que el Juguetero, y todo junto forma una historia memorable. Perdonad si el entusiasmo resulta vanagloria, nada más lejos de mi intención.
A decir verdad, nada de esto habría merecido la pena si no hubiera jugado con unas personas cuya amistad no tiene precio y que han hecho de estos últimos años que la vida sea mucho más interesante.
Tras acabar la campaña, como decía, me reincorporé a la docencia, con lo que el rol dominical ha tenido que aplazarse hasta que disponga más a menudo de mí.

Doscientas cuarenta y pico páginas
de frikismo historólico con anillas
y anotaciones en toda su gloria.
Ni una sola ilustración que distraiga.


El Juguetero

Supongo que estaréis cansados de que hable sobre el particular, así que trataré de ser breve. Dirigí por primera vez el Juguetero el 31 de octubre de 2010 y el 19 de septiembre de 2019 llegó a toda España de la mano de Nosolorol.
Hace diez años fantaseaba con la idea de ver este pequeño trabajo publicado y dedicarme a escribir rol, aunque no pudiera vivir de ello. Sabía que la posibilidad era remota, pero me dediqué a preparar la mejor versión posible con el fin de buscar editor.
En el verano de 2015 me presenté en el puesto que tenía Nosolorol en el Ceulaj de Mollina. Eran las personas que habían escrito Slang, NSD20 o que habían publicado la mejor edición de Aquelarre, así que el entusiasmo para mí era mayúsculo a todos los niveles.
Entregué el libro a Manu Sueiro en mano y luego Pedro J. me dijo que tardarían unos meses en revisarlo. A principios de 2016 el trato estaba cerrado. Desde entonces, el libro ha sido refinado, pulido y mejorado hasta llegar a la versión que tenéis en vuestras manos, que es, sin duda, la mejor que podría haber salido.
La acogida ha sido sorprendentemente buena, teniendo en cuenta que soy un autor desconocido que además escribe rol de época. En Ateneo Cómics (Alicante) se agotó durante el primer fin de semana y tuvieron que hacer varias reposiciones. Algo similar pasó en Tesoros de la Marca. En Gigamesh (Barcelona) fue número 1 en ventas el octubre pasado.
No puedo hacer otra cosa que mostrar mi más sincera gratitud a los lectores por la confianza y la amabilidad.

¡Barceloneses, a mis brazos!

Escritura

Este año me embarqué en un nuevo proyecto: La prueba de Lenzen, una aventura de D&D basada en una mazmorra asesina al estilo de La tumba de los horrores, mi módulo favorito de todos los tiempos. Por motivos laborales he tenido que dejar el proyecto en barbecho, pero en cuanto vuelva a disponer de mí quiero retomarlo con el fin de elaborar la mejor aventura posible.
No es un trabajo tan ambicioso como el Juguetero o Tambores, pero estoy igualmente ilusionado. Ya se sabe que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Aunque todavía no he acabado de redactarlo, así que todo se andará.
Empecé a jugarla justo después de acabar la campaña de Tambores con el reglamento de Leyendas de la Marca del Este, y ha resultado ser perfecto para esta clase de aventura: conserva la sencillez del reglamento original pero al mismo tiempo tiene elementos de personalización más avanzados que no hacen perder el sabor clásico.
Para mí, D&D es exploración, maravilla, peligro, superar los retos de un escenario con ingenio. El combate debe ser escaso, significativo y a menudo injusto, porque en la adversidad se encuentran las soluciones más ingeniosas.
El escenario de campaña de la Marca ha sido muy útil porque ha ido evolucionando de tal forma que dispones de multitud de recursos para comenzar a jugar cualquier tipo de historia.
En el futuro, si este trabajo ve la luz, no sé si estará ambientado en el mundo de la Marca o si usará este reglamento, pero de momento todos estos elementos en combinación funcionan como una máquina bien engrasada.

Me declaro enamorado de este libro,
tiene todo lo que puedo necesitar.
No descarto comprar otra copia.

Lecturas, visionados

Como todos los años, he comprado libros por encima de mis posibilidades de lectura. Tengo la biblioteca a rebosar de obras de todo género que esperan ser leídas, pero que, siendo realista, en el mejor de los casos recibirán un trato de consulta, sencillamente porque el tiempo es limitado y hay que distribuirlo entre diversas actividades.
Este año he leído dos obras que merecen una mención especial entre todo lo que ha pasado por mis manos. En cuanto a historiografía, he acabado gratamente sorprendido con un ensayo de divulgación, que es la Breve historia de Estados Unidos de Philip Jenkins, un libro apasionante a la par que bien documentado. En lo que a rol se refiere, Las corrientes del Tiempo me ha parecido un libro notable por la delicadeza, el buen gusto y el detallismo con el que ha sido desarrollado. Un trabajo al que solo le veo posibilidades.
La serie que más me ha gustado del año ha sido la de Cristal Oscuro, la versión que ha realizado Netflix de la obra de Jim Henson, y respecto a película, quizá la del Joker, por la impecable interpretación. Mención especial merecen la series The Man in the High Castle, cuya última temporada tiene un inquietante paralelismo con nuestra realidad actual, y El Padrino de Harlem, serie de mafiosos en la era Kennedy de la HBO que si bien no es innovadora —difícil en el género—, tiene una construcción impecable.
Mi videojuego predilecto de 2019 ha sido Shenmue 3, una obra que esperaba desde hacía muchos años, seguido muy de cerca por Red Dead Redemption 2 y Life is Strange. El Red Dead es una oda a las películas del Oeste, sus reflexiones sobre el choque de dos realidades históricas me entusiasmaron. Life is Strange —las dos partes—, son aventuras gráficas que mezclan el drama televisivo para adolescentes con la crítica social. En cuanto a Shenmue 3, sientes como si retrocedieses en el tiempo 20 años. Su ritmo pausado y su apuesta por el detalle logran de nuevo y con creces que te sumerjas en el mundo virtual como si fuera una realidad alternativa.


Caviar rolero, sin más

Caminante no hay camino

Aparte de explorar mundos virtuales me gusta hacer lo propio en el Mundo Real (TM), esto es, salir al monte y conocer nuevos caminos. Este año, entre otros lugares, he atravesado los 6.000 escalones moriscos del Barranco del Infierno —sonido de guitarra eléctrica para enfatizar—, he explorado los montes de Alcoy y he descendido por las sierras de Onil.
Al Barranco del Infierno, situado en la Marina Alta, se le suele llamar la catedral del senderismo porque es un regalo para la vista. Subir los escalones es como vivir una aventura tolkiniana, pues en cualquier momento parece que vayan a aparecer Ella Laraña o los orcos de Mordor. La cima de los montes alcoyanos parece, contra todo pronóstico, el escenario de una película de vaqueros. Una llanura virgen donde la escasa huella humana solo se puede observar en las ruinas de una antiquísima vivienda, y donde abundan las cabras montesas y bandadas de pájaros enlutados de lo más inquietantes.
Las sierras de Onil fueron un reto porque mi compañero de aventuras y un servidor tuvimos que hacer camino descendiendo por un despeñadero. En el transcurso, debió picarme algún tipo de insecto venenoso en la muñeca que generó un extraño surco rojo que iba avanzando por todo el antebrazo y me provocó varios días de fiebre. La médica debió asustarse porque me recetó un cóctel de antibióticos para tumbar a un caballo. Aun con todo, la experiencia mereció la pena.

El barranco del Infierno

«La casa atrás, delante el mundo,
y muchas sendas que recorrer,
hacia el filo sombrío del horizonte
y la noche estrellada». Tolkien.

Otras actividades

Dentro de mi labor docente he participado en una actividad para el fomento y difusión de la memoria democrática entre los jóvenes. Básicamente se trataba de hacer de guía en una exposición itinerante sobre la guerra civil, que hablaba sobre las causas que la motivaron, cuáles fueron sus consecuencias y cómo se conquistó la democracia actual. Dentro de la misma, se recomendaba una serie de cómics para hacer más atractivo el conocimiento de esta parte del pasado.
Teniendo en cuenta de que vivimos una época de polarización de la sociedad y de intransigencia política, es fundamental despertar la conciencia ciudadana, el espíritu crítico y valores tan importantes como la tolerancia.
Muchos de los asistentes se interesaron por las principales corrientes del pensamiento político y por la situación actual de nuestro país, dada la inestabilidad y dificultades para lograr la gobernabilidad de la nación.
Puede parecer sencillo dar charlas sobre esta cuestión, pero lograr el nivel óptimo de objetividad y respeto por la diversidad de sensibilidades políticas a la vez de conseguir un enfoque hacia despertar la conciencia democrática no es nada fácil.
Para acabar este apartado, me gustaría señalar una sentencia brillante que dijo una compañera de trabajo: «La grandeza de nuestro sistema radica en que caben toda clase de ideas, incluso aquellas con las que estamos en desacuerdo».

Conclusiones

Este 2019 que se acaba ha sido un año lleno de actividades y de cambios, quizá demasiados para alguien tan poco amigo de ellos. Mi propósito para 2020, empero, es no disminuir la dinámica de trabajo y sobre todo encontrar más tiempo para la escritura, que es la actividad que más disfruto y que más me motiva.
Queridos amigos y lectores, os deseo unas muy felices fiestas y un próspero año nuevo. Gracias por vuestra compañía y fidelidad.

Comentarios

  1. Me alegro de que el 2019 haya sido tan interesante. Y enhorabuena por la publicación de tu obra, eso siempre anima mucho :).

    Mucha suerte con todos tus proyectos para el 2020

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  2. Gracias, Carlos, igualmente :-)
    Espero que las cosas vayan bien este nuevo año que empieza. Mucho ánimo con 77 Mundos y con las aventuras que escribes, son muy buenas. Un abrazo.

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