Memoria de 2025

A principios de año hablaba de que el tiempo pasa cada vez más deprisa, ¡y vaya si lo hace! En un suspiro nos hemos plantado de nuevo en diciembre, casi sin darme cuenta y sin parar de hacer todo tipo de cosas. La parte buena es que la mayor parte han sido buenas y ha sido un año provechoso en todos los sentidos. He disfrutado mucho de mis aficiones, he continuado con la escritura de mi nueva obra, he viajado, no ha faltado trabajo y mi biblioteca ha seguido creciendo animosamente. No se puede pedir más como broche final a este primer cuarto de siglo.

Partidas
Comencé el año dirigiendo la campaña de Cazadores de Leyendas, un clásico de Nosolorol con estilo Indiana Jones. Usé el reglamento original para el que fue escrita, D20 Moderno, y la verdad es que no recordaba lo divertidísimo que es ese sistema. Al final, por diversas circunstancias, solo jugamos la historia inicial, pero me gustó mucho y queda pendiente para desarrollarla en un futuro.

A continuación, jugamos toda la campaña de Historias del Bucle, un juego publicado por Edge basado en la obra artística de Simon Stålenhag. Es un juego narrativo de aventuras con niños y adolescentes de los 80, inspirado en películas juveniles como Los Goonies, pero también en clásicos como Los pájaros o Parque Jurásico. Las historias siguen un formato seriado, con momentos de acción y aventura, y luego otros dedicados a desarrollar la vida familiar de los personajes jugadores, con sus amoríos, problemas en clase y demás. Pese a ser un juego juvenil, me gustó mucho y el grupo se implicó a fondo en el desarrollo de las historias de los personajes, hasta acabar en la apoteósica traca final. Ante todo es un juego al que se le ven mucho más las virtudes jugándose que como mera lectura. Es toda una experiencia y al final el mundo del Bucle te termina atrapando.

Más adelante fui dirigiendo historias más o menos breves, con los reglamentos de Vieja Escuela, el Capitán Alatriste, Aventuras en la Marca del Este, para luego entrar en una nueva campaña, con el juego M-Space.

Últimamente me he tomado la costumbre de ofrecer a los jugadores de la mesa la posibilidad de elegir la partida que quieran que les haga por su cumpleaños. Uno de ellos me pidió un juego de ciencia ficción, lo que terminó convirtiéndose en una aventura mucho más grande de lo que hubiera sospechado. Pues bien, comenzamos a principios de verano y terminamos el primer arco argumental en los primeros días de noviembre, con unas doce sesiones. El juego me ha gustado mucho. Es relativamente sencillo y permite abarcar todos los géneros.

Los jugadores han pedido un descanso, con intención de regresar más adelante a los conflictos entre el imperio terrestre y la confederación de colonias exteriores, ambientación desarrollada a partir del trabajo de José Manuel Palacios en la aventura Rescate en Aspis, que todavía no hemos jugado porque formará parte de la campaña más adelante.

He evitado a toda costa introducir razas alienígenas antropomorfas y me he centrado ante todo en un universo humano y en sus problemas, muy en la línea del videojuego Starfield. Lo que sí hay en esta ambientación son androides e IAs muy avanzadas. Ahora que tenemos el primer arco superado, me gustaría probar la exploración espacial en un mapa hexagonado y todas las posibilidades de uso de la nave. M-Space es un juego entretenidísimo con multitud de posibilidades.

Concluimos el año rolero con una nueva campaña, ambientada en Vermigor, el semiplano tenebroso ligado a la Marca del Este, que también me está gustando mucho. He de decir que José Manuel Palacios (el autor de Vermigor) es un diseñador de juegos y aventuras estupendo y me encanta leer y jugar sus trabajos, cosa que llevo haciendo desde hace más de una década.

Por otra parte, me he unido como jugador a una campaña de D&D 5 que está dirigiendo un amigo cada quince días los domingos por la mañana. Lo estoy pasando muy bien y, además, estoy descubriendo bastantes detalles del reglamento que, aplicados a la historia que jugamos y vistos en perspectiva de la evolución del juego, me están pareciendo muy bien pensados. En su momento, me leí los tres libros de cabo a rabo y también lo dirigí, pero hasta que no participas como jugador no llegas a darte cuenta de todas sus virtudes.
Eso sí, las batallas se hacen larguísimas. Me da tiempo a ir al baño, a volver y todavía no ha llegado mi turno :P

Lecturas y compras roleras
Este año me he dedicado a leer aventuras de la Marca del Este, D&D 5, Far West, Pathfinder, Alatriste y otros juegos. Algunas las he dirigido en mesa y otras simplemente las he leído por placer.

Volver al juego del Capitán Alatriste me ha recordado lo buenísimo que era —y sigue siendo—, y lo bien que vendría una nueva edición y relanzamiento, especialmente ahora que el personaje se ha revitalizado gracias a la nueva novela de Reverte.

Por otra parte, he completado la trilogía que conforma la última edición de Dungeons & Dragons 2024 (conocida como 5.5) y también la de Pathfinder, ahora con licencia ORC. Otros libros de rol que se han incorporado a mi colección a destacar son The Walking Dead, Blade Runner y Alien, así como muchas aventuras para la Marca del Este. He aprovechado también los saldos editoriales de libros para completar colecciones inacabadas y para añadir nuevos títulos a mis estanterías. En un tiempo récord se ha reducido la oferta de títulos y líneas de rol disponibles en España, el panorama no pinta nada bien para el sector. Aunque me inspira curiosidad la contribución del estreno de la última temporada de Stranger Things en las ventas de los próximos meses. Creo que esa serie ha despertado la curiosidad de bastantes jóvenes.

En otro orden de las cosas, a lo largo del año, por mero placer, me he dedicado a leer y comparar los distintos reglamentos de D&D publicados. Es curioso observar cómo cada uno es hijo de su tiempo y de los gustos de los jugadores de cada momento (o lo que creyó la empresa matriz que eran estos). Si tuviera que escoger mis favoritos de la línea oficial publicados en castellano, diría que AD&D 2ª (Martínez Roca) y D&D 3.5 (Devir), que coinciden con la literatura, el cine y los videojuegos que me gustaban en mi juventud y todavía me encantan. Ahora bien, si ampliamos el campo a otros juegos de fantasía basados en la obra de Gygax y Arneson, me quedaría con Aventuras en la Marca del Este y Crónicas de la Marca, los cuales me han dado más alegría y diversión que cualquiera de los libros oficiales. Estarían muy cerca Pathfinder, Clásicos del Mazmorreo y Axis Mundi.

Aunque parezca idealista, en los proyectos pequeños se nota mucho el amor de los aficionados por lo que están haciendo y eso marca la diferencia, tanto como lectura como al llevar el texto a la mesa de juego.
He dedicado tanto tiempo a la Marca que al ambientar aventuras en ella y narrarlas me siento como en casa. 

Videojuegos
Este año he jugado a varios videojuegos:

Death Stranding 2. Se trata de la continuación del juego de 2019 que sigue su misma premisa. Tras su labor en el territorio de los antiguos Estados Unidos, Sam Porter debe conectar el México y la Australia de un mundo devastado lleno de almas errantes al tiempo que se enfrenta a Higgs, su archienemigo. La jugabilidad y el apartado técnico han mejorado de forma notable respecto a la obra precedente y presenta aún más si cabe mayores reminiscencias a la saga Metal Gear. Es un juego estupendo para los amantes de la exploración, en el que no falta la acción más trepidante.

Cyberpunk. Este juego ya lo terminé hace años, pero he aprovechado para volver a él como V mujer en su versión de Switch 2. La voz de la dobladora de V está muy bien interpretada y facilita la inmersión en ese mundo oscuro. Me he pasado el juego en modo difícil, lo que en algunos momentos ha supuesto todo un desafío. En mi opinión, es uno de los mejores juegos que se han creado, una obra colosal que todo amante de los videojuegos en general y del rol en particular debería probar.

Mario Kart World. El buque insignia del lanzamiento de la consola Switch 2, un clásico de carreras actualizado con nuevos circuitos y personajes. Es divertidísimo, está muy bien hecho y en lo visual es estupendo. Ahora bien, a Nintendo se le ha subido el éxito a la cabeza y lo venden carísimo. La mayor parte de los aficionados lo compró en formato descarga con la consola, en el paquete inicial.

Yakuza 8. Después de años siguiendo la línea de la saga principal, por fin me he puesto al día. No me ha gustado tanto como su predecesor, ni tampoco tanto como mi preferido de la saga, el Yakuza 0, pero también es un juego muy completo, divertido y variado. No sé a quién se le ocurrió mezclar los Pokemon con los yakuzas en un minijuego delirante, pero es una genialidad.

Expedition 33. Considerado por The Game Awards el mejor juego del año, se trata de un juego de rol inspirado en los trabajos japoneses de los 90, muy especialmente los publicados por Square, como la saga Final Fantasy o Chrono Trigger. Cuenta la historia de una expedición en un mundo apocalíptico que va a enfrentarse a la Paintresse, una diosa que pinta un número en un monolito gigante que indica que todas las personas de una edad determinada van a fallecer. Si no consiguen acabar con ella, toda la humanidad desaparecerá.


Viajes
Este año he ido con unos amigos a Lanzarote. Es una isla volcánica con unos paisajes que son un regalo para la vista. Alquilamos un coche y nos la recorrimos en un tiempo récord, sin omitir la visita a ninguno de los lugares emblemáticos. Me gustó especialmente la visita a un tubo volcánico, que me recordó mucho a la caverna de Gollum en la película de El Señor de los Anillos, y explorar una ladera llena de caminos de lava por los que te podías perder. No menos interesantes eran los desiertos volcánicos conocidos como malpaíses, formados por rocas poco erosionadas de color rojizo, las espectaculares playas o los inmensos acantilados junto al mar. Y, por supuesto, los volcanes inactivos. Tuve la oportunidad de visitar el interior de uno y también de comer un pollo asado con calor geotérmico en el Parque Nacional de Timanfaya.

Con todo, pude observar de primera mano que año tras año se ha permitido la sobreexplotación del medio con fines económicos y al final Lanzarote se ha convertido en una especie de parque temático para turistas. Proliferan las urbanizaciones, los hoteles y la especulación inmobiliaria, en una isla donde no hay agua potable y depende de las depuradoras. Creo que puede y debe haber un término medio entre el turismo y el respeto al medio ambiente, así como una consideración hacia el propio turista, al que exprimen de forma abusiva en las visitas, que, además, se hacen forzosamente rápidas para despachar a la gente cuanto antes y sacar más dinero. La palma en ese sentido se la llevó el paseo en bus por los volcanes de Timanfaya (23€), en el que parecía que el conductor fuera Otto el de los Simpson y que fuera a volcar el vehículo para completar el circuito en un tiempo récord por carreteras peligrosas y llenas de curvas. También me llamó la atención, para mal, encontrarme en Teguise una plaza dedicada al general Franco en pleno 2025, con una Ley de Memoria Histórica vigente. Al parecer le van a cambiar el nombre, si no lo han hecho ya.

Jornadas
El pasado verano estuve como cada año en Mollina, en las TDN. Jugué tres partidas de Ysystem con Fedora y Jorge Carrero del grupo Walhalla, una de La Liga de los caballeros (¡y damas!) extravagantes, con Pedro J. Ramos, otra de Blam con Faifolk y otra de CBR+Punk, con mi querido amigo Ricardo Dorda. Puedo decir que el viaje fue redondo, me gustó todo y volví a casa cargado de buen rol.

Aprovechamos el viaje para hacer una visita fugaz a Antequera, que es una ciudad que me sorprendió gratamente y me gustaría volver a visitar. En cuanto a Mollina, todavía añoro las muy generosas raciones de los restaurantes y sus descomunales postres.

En octubre participé en las jornadas Ibicon, esta vez como director de juego, llevando una partida de Vieja Escuela: Lejano oeste. El evento se ha consolidado en Ibi y se ha convertido en referencia en la comarca, con cientos de visitantes.

Más tarde, en noviembre, me encargué de la organización de la zona de rol en las jornadas Jugalcoi. Las jornadas siguen creciendo y atraen a multitud de personas, aunque el rol tuvo un éxito discreto. Si en una nueva edición me vuelvo a encargar, habrá que ver el modo de que gane relevancia. Aunque tampoco me quejo, pude participar en varias partidas como jugador y lo pasé muy bien con los compañeros.

Series
A medida que pasan los años, aunque todavía me considero cinéfilo, he terminado viendo más series que películas. Entre las que destacan tenemos las siguientes:

Miércoles. Una serie juvenil basada en la familia Addams que parte de la premisa de Harry Potter: un centro educativo lleno de misterios como eje de todas las historias. Me entretuve mucho con ella, pese a la sencillez de la historia. No sé cómo Jenna Ortega es capaz de poner esas expresiones sin partirse de risa.

Ena. Serie reciente emitida en Televisión Española, capitaneada por Javier Olivares, padre del Ministerio del Tiempo. Trata de la vida de la reina Victoria Eugenia, la esposa del rey Alfonso XIII. A medio camino entre la telenovela y el drama histórico, me ha gustado la visita que hace a la primera mitad del siglo XX, aunque habría preferido una historia más centrada en la sociedad y en la política de la época que en los problemas conyugales de los monarcas. En el elenco y en el equipo se encuentran los profesionales que dieron vida a El Ministerio del Tiempo, mi serie española favorita.

Stranger Things. Una serie cuya primera temporada nos conquistó a todos los roleros talluditos por sus constantes referencias a D&D y al frikismo ochentero. La estoy viendo de corrido para llegar a la última temporada y ver el desenlace, que se entrenará hoy mismo. Tengo entendido que el último episodio se ha estrenado en cines y que se han agotado las entradas. Es mi serie favorita del año, sin duda.

Conclusiones
Una de las cosas que más me gusta de El Hobbit es el mensaje implícito de que una persona ha de moverse y vivir la vida, porque si se acostumbra demasiado a la rutina se amohína y envilece. El viaje reciente a Lanzarote fue una pequeña aventura que me recordó el maravilloso mundo que hay ahí fuera, que hay que visitar más a menudo.

Mientras tanto, en mi cómodo agujero hobbit sigo leyendo, escribiendo y disfrutando de mis pequeñas aficiones. Mantengo desde hace varios años un grupo estable de rol con el que juego cada semana y pretendo seguir haciéndolo mientras el cuerpo aguante.

Para este nuevo 2026 que entra mis planes no cambian demasiado respecto a otros años. Seguir escribiendo y concluir mi último libro de rol sobre los Mitos de Cthulhu, que va lento, pero nunca paro. También voy pensando en una nueva aventura de mazmorreo, quizá como precuela de La prueba de Lenzen. Unos amigos también me han propuesto viajar a Portugal y a Japón, a ver si pudiera ser.

También tengo en el cajón una novela y vieja campaña de rol (las dos cosas al mismo tiempo) que me gustaría completar y jugar algún día, pues comencé a escribirlas en 2002 (si la memoria no me falla). Recuerdo con cariño una última sesión maratoniana de ocho horas de rol allá por 2013 con mis viejos amigos de la universidad, con una batalla épica que no terminaba la historia, pero sí un arco de campaña.

Fue una despedida por todo lo alto, porque se iban del país para trabajar en el extranjero y ya no podríamos volver a jugar en mesa. Entonces usamos el reglamento de NSD20 que aparecía en El Reino de la Sombra. ¿Qué tal funcionarían mis viejas notas con otro sistema? Pues, como ejercicio de fin de año, trastear con todo ese material es justo lo que estoy haciendo. Son 200 páginas de novela de fantasía clásica inconclusa, y otras tantas de notas y anexos. Sobre mi mesa ahora mismo se encuentran los manuales de varias ediciones de juegos de fantasía, mientras pienso cómo darle forma, aunque sea como ejercicio pasajero, pues primero debería acabar mi campaña de los Mitos.

Os deseo a todos un feliz Año Nuevo.

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