Resumen y reflexiones de las jornadas Jugalcoi

El pasado fin de semana tuvieron lugar las jornadas de juegos de mesa Jugalcoi, a las que fui invitado por mis amigos del club de rol Aminoaël para formar parte de la organización en la sección correspondiente al rol. Por esa razón, me comprometí a dirigir cuatro partidas de tres juegos distintos.
Las jornadas tuvieron lugar en el antiguo colegio Cervantes, un edificio de época precioso junto al refugio antiaéreo de la guerra civil. Los juegos de tablero, miniaturas y cartas se desarrollaban abajo y el rol en salas individuales, que eran las antiguas aulas del centro. Me tocó una bien grande, tranquila y con unas maravillosas vistas a la montaña que me hizo añorar la época en la que ejercía como profesor de historia en esa misma ciudad de Alcoy.
La mayor parte de las jornadas la pasé justo en esa aula sin prestar atención a la enorme variedad de juegos y actividades que había abajo. Básicamente me dedicaba a preparar los materiales de las partidas: las pantallas personalizadas, mapas, escenografía, música, etc. y a esperar a los jugadores para empezar. Casi era como preparar las clases para los distintos niveles de un instituto y esperar la llegada de los alumnos.
Las partidas que llevaba preparadas eran Los amantes de Elche, una aventura para Hardboiled en el siglo XVIII escrita por mí, La tumba de Sygifel, una aventura de Daniel Proctor para Labyrinth Lord adaptada a La Marca del Este, La isla del doctor No, una aventura para Hitos en el mundo de James Bond y La guarida de Lord Kroakus, también para la Marca, una historia de Daniel Vicente que aparece en el suplemento Labyrinth Lord Aventuras vol. 1.

A continuación, me gustaría contar mis impresiones de cómo se desarrollaron cada una de ellas.

Los amantes de Elche: como saben los lectores habituales del blog, fue una aventura que publiqué hace unas semanas en descarga gratuita pero que no había tenido todavía la oportunidad de probar. Es una historia de investigación corta para jugar con ritmo tranquilo y metódico, enfocada a personas que les guste que se vea reflejada la vida cotidiana de una época y sumergirse en el ambiente. Participaron tres jugadores y creo que funcionó bien. Se desarrolló de una forma muy similar al modo en que se llevó la investigación en la realidad —no es un caso ficticio— y tuvo la conclusión trágica que se esperaba.
Por lo que pude observar y me dijeron, gustó a dos jugadores de los tres, el tercero estaba acostumbrado a historias con más acción y prefería otro estilo de juego. Aun así me dijo que la experiencia le había resultado interesante.
La tumba de Sygifel: en esta aventura de la Marca del Este participaron dos niños —de ocho y diez años— y dos adultos. Tengo por costumbre que las historias de la vieja escuela sean tenebrosas y truculentas, pero al haber niños la tuve que adaptar sobre la marcha para que fuese apta para todos los públicos. Con el fin de hacerla atractiva, usé miniaturas, música y las losetas que adquirí recientemente. Quienes la jugaron disfrutaron y creo que se fueron contentos, especialmente los niños. En principio íbamos a jugar tan solo una mazmorra de demostración, pero los jugadores quisieron su parte de exploración y viaje aprovechando el mapa de la Marca del Este. Decidieron salirse de la vía principal y atravesar el Bosque Negro, con lo que se tuvieron que enfrentar a una araña temible que tenía por costumbre atrapar a viajeros perdidos.
Acabé agotado pero satisfecho, tanto por bien que jugaron como por cómo se compenetraron los niños y los adultos.
La isla del doctor No: fue una adaptación de la aventura de introducción al juego de 007 al sistema Hitos de Nosolorol. No tengo ninguna queja del reglamento del juego clásico pero consideré que Hitos le iba a ir bien por sus mecánicas narrativas y también que volver a aprenderme las reglas originales para jugar una sola partida de jornadas era demasiado tiempo perdido. Repitieron dos jugadores del día anterior y uno nuevo que no había probado el rol. Se adaptaron enseguida al mundo de los agentes y creo que vivieron la historia con emoción. Tuvo un final apoteósico.
Las aventuras de 007 son geniales con la mecánica de aspectos y puntos dramáticos.

La pantalla personalizable de Nosolorol —utilísima—
y las hojas de personaje que creé para la ocasión.

La guarida de Lord Kroakus: la última partida de las jornadas fue también de la Marca y tuve a dos niños. En esta ocasión usé la cuadrícula de combate de Pathfinder para representar la caverna y colocar los monstruos. Una partida introductoria que fue bien aprovechada por los chiquillos haciendo un uso inteligente del escenario. Captaron muy bien la esencia de la OSR y me gustó mucho el nivel de compañerismo que se mostraron para superar los peligros. Uno de ellos me preguntó por el precio del juego, estaba muy interesado en volver a jugar.
Como apunte diré que me llamó la atención que las referencias de los niños a la hora de entender el escenario fueran los videojuegos de fantasía en línea. Habían jugado muchos. Creo que más que nunca hay que potenciar la lectura y el cine en los jóvenes —entre otras cosas— para ampliar sus horizontes y que no estén tan inmersos en el mundo digital.

Conclusión

Ha sido un fin de semana muy completo, como podéis ver. El Ayuntamiento se portó de maravilla costeando tanto la comida de los organizadores y las camisetas como facilitando trabajadores del centro para ayudar al desarrollo de las jornadas. Aunque me perdí lo que sucedía abajo en mi pequeña cueva con buenas vistas, no paré ni un segundo y la verdad es que he quedado completamente satisfecho tanto por lo agradecidos que han sido los jugadores como por lo bien que han funcionado las partidas.
Por otra parte, la puesta en práctica me ha demostrado una vez más que enseñar historia a través de los juegos de rol favorece el aprendizaje significativo en personas de cualquier edad y consiguen que el interés se mantenga durante horas. Temas que probablemente nunca habrían sido de interés fueron objeto de atención y reflexión en la mesa.
Los voluntarios del club y los amigos de Alcoy han hecho un trabajo maravilloso para dotar de vida a esta primera edición de las jornadas, que espero que al año que viene se repitan si los hados son propicios.

Los jugadores planeando el asalto a la fortaleza del
infame doctor No.



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